Hay 74 documentos.
página anterior
1
2
3
4
5
6
7
8
página siguiente
Los días ordinarios.
1 En los días ordinarios el oficio de laudes celébrese de la siguiente manera. 2 Como el domingo, dígase sin antífona y pausadamente el salmo 66 para que todos lleguen al salmo 50 que se dirá con antífona. 3 Después díganse otros dos salmos como se acostumbra, es decir: 4 el lunes, el 5 y el 35. 5 El martes, el 42 y el 56. 6 El miércoles, el 63 y el 64. 7 El jueves, el 87 y el 89. 8 El viernes, el 75 y el 91. 9 Y el sábado, el 142 y el canto del Deuteronomio, que se dividirá con dos glorias. 10 Los demás días se dirá un cántico de los profetas, cada día el suyo, como salmodia la Iglesia romana. 11 Sigan después los Laudate. Se recita de memoria una lectura del apóstol, el responsorio, el himno, el cántico evangélico y la letanía.
Perdónanos como también nosotros perdonamos.
12 Nunca deben terminarse los laudes y las vísperas sin que al final el superior rece, de modo que todos la oigan, la oración del Señor por las espinas de los escándalos que suelen surgir. 13 Así, amonestados por el compromiso solemne con el que dicen: Perdónanos como también nosotros perdonamos, se corrijan de esta clase de pecados. 14 Pero en las demás celebraciones dígase en voz alta la última parte de esta oración para que todos respondan: Y líbranos del mal.
« 12. Los laudes. 14. Las vigilias en las fiestas de los santos. »