Se postrarán en tierra.
1 Quien haya sido excomulgado del oratorio y de la mesa común por culpas graves permanezca postrado y en silencio ante las puertas del oratorio mientras en él se celebra el oficio divino. 2 Permanezca con la cabeza puesta en tierra, postrado ante los pies de todos los que salen del oratorio. 3 Hará así hasta que el abad juzgue que ha hecho satisfacción. 4 Al llamarle el abad, póstrese a sus pies y a los pies de todos para que oren por él. 5 Sólo entonces, si el abad lo manda, se le recibirá en el coro, en el lugar que el mismo abad determine. 6 Pero no entone en el oratorio ni salmo ni lectura ni ninguna otra cosa si de nuevo no se lo manda el abad. 7 A todas horas, mientras se recita el oficio divino, póstrese en tierra en el lugar en el que se halla, 8 y de este modo dé satisfacción hasta que finalmente el abad le levante la pena. 9 Los que por culpas leves son excomulgados sólo de la mesa, expíen en el oratorio hasta nueva orden del abad. 10 Harán así hasta que les dé la bendición y diga basta.
« 43. Los que llegan tarde. 45. Los que se equivocan en el oratorio. »