domingo, 22 de diciembre de 2024
Biblioteca de Silos. Llevando un libro

Volver un paso atrás Escuchar el texto más menos Enviar por email Imprimir

66. Los porteros del monasterio.

Siempre haya quien responda.
     1 Póngase a la puerta del monasterio un anciano prudente, que sepa recibir y dar un recado, y cuya madurez no le permita estar ocioso. 2 Dicho portero deberá tener la celda junto a la puerta para que los que llegan siempre encuentren alguien que les responda. 3 En cuanto llame alguien, o se oiga la voz de un pobre, responda Gracias a Dios o Bendito sea Dios, 4 y con la mansedumbre y ardiente caridad que inspira el temor de Dios responda al momento. 5 Si dicho portero necesita ayudante désele un hermano más joven. 6 Si es posible debe construirse el monasterio en un lugar que tenga todo lo necesario, es decir, agua, molino, huerto y los diversos talleres dentro del monasterio, 7 para que los monjes no necesiten salir fuera, cosa nada beneficiosa para su espíritu. 8 Queremos que se lea esta regla con frecuencia en la comunidad para que ningún hermano se excuse de ignorarla.


« 65. El prior del monasterio. 67. Los monjes que van de viaje. »