jueves, 26 de diciembre de 2024
Biblioteca de Silos. Bernardo andando

Volver un paso atrás Escuchar el texto más menos Enviar por email Imprimir

52. El oratorio.

El oratorio sea lo que dice su nombre.
     1 El oratorio sea lo que dice su nombre y allí no se haga ni se guarde otra cosa. 2 Terminado el oficio divino, salgan todos con el mayor silencio, guardando reverencia a Dios, 3 para que, si acaso, algún hermano quiere orar en privado no se lo impida la impertinencia de otro. 4 Y si en otro momento quiere orar en secreto, simplemente entre y ore, no en voz alta, sino con lágrimas y en lo íntimo del corazón. 5 Por tanto al que lleve otra intención no se le permita quedarse en el oratorio al terminar el oficio divino para que no estorbe a otro. 


« 51. Los que no van muy lejos. 53. Los huéspedes. »